martes, 28 de agosto de 2012

A veces queremos decir paz y sale guerrrrra.

No, nadie ha dicho que yo me ha rendido. Simplemente dicen que yo he aprendido que los finales sí existen, aunque el tiempo nos devuelva buenas formas de finalizar de verdad. No espero mucho últimamente de nadie, porque es mejor no esperar y sorprenderse, que esperar y acabar con una bonita decepción entre manos. He aprendido que no es la esperanza lo último que debería perderse.. Porque lo último que debería perderse es la puñetera sonrisa. Son demasiado valiosas como para prohibirle la entrada en nuestra vida diaria. Si sonríes siempre, has ganado.. Si le echas ganas y buscas salidas, donde antes solo veías callejones sin ninguna de las anteriores, entonces eres un valiente. Ya sé que hay personas que están contigo cuando estás en la luz, pero cuando estás en la oscuridad, como las sombras, desaparecen.. Hoy sé que comportarse en algunas ocasiones es perder el tiempo,que desmelenarse y hacer locuras es la felicidad, pura y dura. Hoy me he despertado y me he dado cuenta de que los puntos suspensivos son cómplices del dolor, mejor un punto y final, y todo estará mucho mejor. Siempre se le pueden añadir dos puntos más al punto y final, si realmente vale la pena, ¿Por qué no? Pero de momento, las cosas son como son, y aquí estamos como estamos. No voy a volver al principio, es uno de mis principios. Se acabó el bajar para subir por ahora. Me quedo arriba y aquí encontraré la estabilidad. La encontraré, lo sé. Todo lo que tengo ahora me da luz, es mi luz. No me apetece hablar de oscuridad, vuelvo a andar el camino de las sonrisas, como antes lo hacía.

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