martes, 22 de octubre de 2013

Comencemos.

Hoy es día de melancolía. De echar de menos. Dia de 'A nuestro parecer,cualquier tiempo pasado fue mejor'. Hoy me echo de menos. A mí, si. Cuando una cae y se levanta, ya nunca más es la misma de antes, cada cosa, acción, o persona que pasa por nosotros, nos deja una huella, ya sea mayor o menor. Estamos en continuo cambio. Cada paso que damos nos encamina a unas cosas u otras, a unas personas, u otras. Al fin y al cabo nosotros elegimos, pero, cuando caemos y nos levantamos, ya no somos los mismos. Después de grandes golpes, vienen grandes cambios. Yo me di un gran golpe, y ahora sufro un gran cambio. Ya no siento igual, ni sonrío igual. No más, ni menos, pero si diferente. Ahora hago las cosas distintas y por todo pierdo la paciencia. Ahora hay más cordura que locura, y eso no me gusta. Me gustaría que eso cambiase, o que alguien hiciese que cambiase. Alguien con ese poder. Simplemente.
Me gustaría... Más ilusión y más ganas. Otro centro. Otro punto de partida. Yo creo que ahora es el momento de volver a andar, un poco más rápido pero sin prisa al fin y al cabo. Las cosas despacito se hacen mucho mejor... Además, ¿Qué prisa hay? Si acabo de volver a empezar, finales llevan a principios, y aquí estoy. De vuelta al principio por culpa de un final. Y por suerte, también hay que decirlo. Me alegro del cambio, y del principio, y del golpe incluso. Ahora hay plenitud, ideas claras y tranquilidad. Pero necesito desenfreno, yo soy así, necesito sentir la adrenalina y arriesgar, y caerme y levantarme, y vivir rápido. Necesito motivaciones, metas, fines. Porque principios me sobran. Necesito ver que todo esto sirve de algo, que detrás de este principio, hay recompensa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario