Hoy es día de melancolía. De echar de menos. Dia de 'A nuestro parecer,cualquier tiempo pasado fue mejor'. Hoy me echo de menos. A mí, si. Cuando una cae y se levanta, ya nunca más es la misma de antes, cada cosa, acción, o persona que pasa por nosotros, nos deja una huella, ya sea mayor o menor. Estamos en continuo cambio. Cada paso que damos nos encamina a unas cosas u otras, a unas personas, u otras. Al fin y al cabo nosotros elegimos, pero, cuando caemos y nos levantamos, ya no somos los mismos. Después de grandes golpes, vienen grandes cambios. Yo me di un gran golpe, y ahora sufro un gran cambio. Ya no siento igual, ni sonrío igual. No más, ni menos, pero si diferente. Ahora hago las cosas distintas y por todo pierdo la paciencia. Ahora hay más cordura que locura, y eso no me gusta. Me gustaría que eso cambiase, o que alguien hiciese que cambiase. Alguien con ese poder. Simplemente.
Me gustaría... Más ilusión y más ganas. Otro centro. Otro punto de partida. Yo creo que ahora es el momento de volver a andar, un poco más rápido pero sin prisa al fin y al cabo. Las cosas despacito se hacen mucho mejor... Además, ¿Qué prisa hay? Si acabo de volver a empezar, finales llevan a principios, y aquí estoy. De vuelta al principio por culpa de un final. Y por suerte, también hay que decirlo. Me alegro del cambio, y del principio, y del golpe incluso. Ahora hay plenitud, ideas claras y tranquilidad. Pero necesito desenfreno, yo soy así, necesito sentir la adrenalina y arriesgar, y caerme y levantarme, y vivir rápido. Necesito motivaciones, metas, fines. Porque principios me sobran. Necesito ver que todo esto sirve de algo, que detrás de este principio, hay recompensa.
martes, 22 de octubre de 2013
Comencemos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario