viernes, 28 de junio de 2013

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Para mí, para mí eres algo así como el botón de la máquina que hace que se me pare el tiempo. Para mí eres aire en el ahogo de mis días, eres medicina contra toda enfermedad y cura para todas las heridas que me hago en esta vida de tropiezos y caídas. Para mí tú eres una parte de mi misma, eres imprescindible, si, imprescindible. Cuando tú estás mi intranquilidad se vuelve tan minúscula, que se hace totalmente inexistente. Para mí eres sonrisa diaria, eres lo lo que marca la diferencia en esta vida monótona de días grises, tú eres el que me da color. Tús sonrisas equivalen a las mías, porque no hay mecanismo más efectivo para mi sonrisa, que la tuya. Contigo he aprendido que arriesgar no es más que ganar, que contigo nunca pierdo, tu eres mi batalla ganada desde que te vi por primera vez. Yo he crecido contigo, he aprendido y he sido más feliz que con nada, o nadie. Me lo has dado todo sin darme nada, contigo hasta el silencio es entretenido supongo. Tú en esta fórmula pusiste las sonrisas y las risas, la vida y algo más. Me he dado cuenta de que no es que no pueda vivir sin tu presencia, es que simplemente no quiero. Y para mí querer si es poder. Y viceversa. Yo creía que sabía lo que era sentir un remolino en el estómago cuando quieres a alguien, pero no supe que existían maravillosos tornados hasta que te tuve frente a mí. Contigo he compartido besos,abrazos, sonrisas, lágrimas... Contigo he compartido tanto y todo, y aún me queda el infinito por compartir, porque contigo nunca me canso. Nunca. Porque contigo soy inagotable, mis fuerzas son inacabables e infinitas, como si de la vida se tratase. Contigo me he hecho grande, enorme, gigantesca, y cuando te vas me hago diminuta, y no me sostengo. Eres mi jodido equilibrio, aunque ame desequilibrarme contigo, volverme loca y empezar y acabar. Tú y yo, principio y no fin. Me he dado cuenta de que cuando algo realmente te importa, ante todo, nunca se te pasa por la cabeza abandonar. Hay agujas que pinchan, pero esto es así. Contigo he superado 'mi miedo a las agujas'. Cuando tu vuelves y me sonríes, no existe el miedo, no hay miedo que valga. Tú has sido y eres mi suerte. Y es cierto, la suerte existe, y no se busca. Llega. Llega como llegaste tú, con sonrisas y sin siquiera avisar. No digo que todo sea bueno, que va, pero todo es mejor que perderte. Perderte es perderme después, pues. Has sido matemática exacta, he cometido muchos errores, hasta resolver cada ecuación, hasta saber resolverte cada mirada e interpretarlas, y que mis ojos viesen a través de los tuyos. Y así, así quiero seguir..

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