Búscate tu y sobretodo,déjate encontrar.

He hablado tantas veces del sentimiento en sí, que me he olvidado de decir que este, a veces, también se agota. A veces el corazón se agota y se enfría  como se enfría todo ese mundo que creías templado. Los sentimientos cambian, cambian, y a veces te gustaría que no fuese así, te gustaría poder revivirlos, y darles vida, pero a veces está tan jodido que ya nada que hagas sirve. Y duele, duele no saber que hacer ni como actuar, porque este fin de sentimientos no es agradable. Te pones a pensar en todo aquello que juntos habéis vivido y te olvidas de que lo que importa es tu presente y no el pasado, porque simplemente de recuerdos, no se puede vivir. Te empeñas en sanar heridas que son insanables, cuando todos sabemos que los daños nunca se van a olvidar y que para que una herida sane, hay que dejar de tocarla. Quizás en su momento fuese maravilloso, y te hiciese feliz, te motivase y también te pintase sonrisas, es más,puede que en su momento fuese tu motor, tu fuerza, pero aunque cueste, es tiempo de abrir los ojos y seguir. Y avanzar, porque quedarse estancado ya no sirve más que para seguir pasando páginas en blanco, sin contar más historia que la de un final que no llega porque no sabe como producirse. Y si, entiendo, entiendo perfectamente este sentimiento, porque yo lo pasé en mi piel, y por mi alma también. Yo, sé lo que es tener que finalizar algo porque ya no existen más oportunidades, ni más salidas, ni más nada, porque ya el mismo sentimiento compunje y te aflinje. Cuando una persona hace pequeña a la otra en vez de engrandecerla, cuando al final le resta en vez de sumarle, cuando dos personas al mirarse ya no se hacen una, cuando dos personas están tan rotas que ya ni sus cachitos riman, entonces, es hora de dejar de insistir en algo que ya no existe más y volver a empezar. Esa acción que todo el mundo teme, por que implica un final, pero a veces hay que ser FUERTE, y pensar en uno mismo, y seguir. Seguir y buscar una felicidad que como muchas veces he dicho,no es permanente, pero existe, y hay que encontrarla, o dejarse llevar y que ya cada uno se deje encontrar. BÚSCATE, y encuéntrate. Sigue tu camino, y quiérete ahora más que nunca. Escribe cada día una página nueva llena de sensaciones y de ganas. Vive, y sonríe como tu sabes. Sobretodo eso, nunca dejes de sonreír. ML.