martes, 17 de enero de 2012

Repartido en pedazos, corazón; 10 de Ene, a las 23:17


Hago lo que me gusta y me apetece siempre que me dejen las circunstancias. La búsqueda de la felicidad para mí, es simplemente luchar por lo que quiero, y dejarme llevar.. 
Dejarme llevar. Y luchar, luchar hasta dejar sin aliento al mundo. Esta búsqueda, es una motivación, es una meta, una simple meta, es tan simple que es importante, y si no fuese porque la felicidad jamás está completa,dejaríamos de tener ciertas motivaciones, y la verdad, no hace falta la felicidad total, completa.. ya que lo bueno, siempre llega en frascos pequeños. Quizá por ello hoy sé que los pequeños placeres, y las pequeñas sonrisas son las que aportan mayor felicidad, y lo demás,
se queda corto, muy corto. Y, quizás la clave de que la felicidad nunca esté completa, se encuentre, en que nunca sabemos exactamente lo que queremos, no, porque a veces tenemos la felicidad de frente, mirándonos a los ojos, y nos empeñamos en esquivarla. Lo que quiere decir, que no sabemos lo que tenemos, hasta que lo perdemos, básicamente. Yo sé que lo malo, viene de la mano con lo bueno, y viceversa, que tras la tormenta, siempre viene la calma, y si por alguna casualidad viniese otra tormenta,.. el sol siempre sale señores. 
Porque el nunca no existe, y nada es para siempre. Nada importa más de lo necesario, y la felicidad te acompaña si tu la dejas, sin más. Vivir la vida sin límites, es lo que quiero yo. Ya para mí en este juego vital no vale arrepentirse, o echarse atrás, vale hacer las cosas en el momento, disfrutar y afrontar lo que venga, venga lo que venga. Lo bueno viene solo.

Viene solo.

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